Ya han comenzado las careras en el WSBK, y en un mes tendremos motoGp, pero creo que es el momento de hacer un análisis de nuestro campeonato nacional.
Las pocas menciones que se hacen de el suelen denominarlo el mejor campeonato nacional pero dudo mucho que sea así. El BSB, el AM SBK y el All Japan son buen prueba de que lo que nos dicen no se aproxima ni por asomo a la realidad. Es una pena que en un país con buen clima, afición a la moto y gracias a dios, bastantes más circuitos que hace unos años, la relevancia de este campeonato sea recordar que algunos de los pilotos que están ahora en moto GP empezaron allí. Pero quizá esto sea un poco tergiversado, si bien es cierto que Pedrosa, Stoner o Lorenzo comenzaron su carera en el CEV, este no fue un campeonato, si no solo una formula promocional donde descubrir nuevos talentos, Hay cierta obsesión por considerar que el único campeonato de verdad es el mundial y se olvida que en deporte, todas las competiciones son importantes, y que el CEV tiene que se algo más que el laboratorio y el vivero del mundial de prototipos.
¿Quienes son los implicados en que nuestro campeonato nacional, esté casi en el olvido?
La federación: DORNA compró lo derechos del campeonato y la federación se desentendió del objetivo último que era fomentar la competición no solo entre los que empiezan si no en los que su nivel está un escalón por debajo del mundial pero aun van rápido y pueden dar espectáculo. Parece que tener 25 años y no pasar uno de los dos mundiales es una desgracia infausta y el piloto es un fracasado, pero nada más lejos de la realidad, hay espectáculo y mucho. La federación debería preocuparse más del deporte base, favoreciendo la construcción de circuitos que no fuesen obras faraónicas ni operaciones especuladoras encubiertas (ahora con la crisis, menos) y fomentar las competiciones territoriales y nacionales como se hace en otros países.
EL Organizador: DORNA con esa alergia a todo lo que huela a SBK, se inventa la categoría extreme, ignora la categoría de supersport, se centra en 125, su vivero de pilotos, y deja fuera a los pilotos con menos recursos que con motos de serie (stock sport) con ligeros retoques podrían competir en un campeonato que debería tener más prestigio. Si además de las categorías de producción metemos SBK y Supersport y un proveedor único de neumáticos para el campeonato, abaratamos los costes y si además se da libertad de pasar a otra marca al piloto que le sale alguna prueba del mundial, el interés del campeonato subiría bastante
El segundo gran error del organizador es el escaso calendario de carreras, seis al año, que no dan ni para pipas, y además en los circuitos donde hay más competiciones, con lo que el hambre de la afición no es tanta como en donde se esta acostumbrado a hacer cientos de kilómetros para ir a ver motos. Y que pasa con nuestros hermanos portugueses, por que no se apuntan con sus dos circuitos, el nuevo y flamante de portimao y el clásico y espectacular de Estoril.
Imaginaos diez carreras, en Portimao, Estoril, Huelva, Jerez, Cheste, castelloli, Cataluña, Alcarrás, Albacete, Cartagena o Almería, y con un calendario decente, no con parones de hasta dos meses entre carrera y carrera. Si a eso le unimos que las carreras sean el sábado en vez del domingo para evitar “molestas coincidencias” televisivas, la cosa tendría otro color,
Las marcas: Y aquí si que hace falta la colaboración del organizador, si programamos cuatro categorías (600 producción, 1000 producción, supersport y SBK, con dos carreras, y realmente convertimos el campeonato en un escaparate de súper deportivas, hay que convencer a los importadores que monten equipo oficial en todas las categorías. Creo que es otro de los problemas que afectan al campeonato, la falta de profesionalización. No hablo de sueldos millonarios, pero si de un trabajo remunerado para pilotos que les permitan no pensar nada más que en correr, 30.000€, 50.000€ euros anuales para los pilotos de SBK de fábrica no me parece un disparate, y hay españoles por ahí fuera, con un gran nivel, que si pudiesen volverían a España, si el campeonato tuviese la repercusión que les corresponde: Álvaro Molina, Lavilla, Fonsi, David Checa, Valcaneras, Mazuecos, Iván Silva buscándose la vida lejos de casa, o en proyectos un tanto “extraños”.
La televisión: Algunos cargan las culpas a que si un campeonato no se ve por la tele, no va a llegar lejos. Pero el problema no es ese exactamente. La tele está bien, da espacio a los patrocinadores, y atrae a la afición. Pero una buena retransmisión vale una pasta. Prueba de ello es lo de la televisión estatal. Obligada a retransmitir parte del CEV por el contrato con DORNA y motoGP, se limita a instalar cuatro cámaras que cubren todo el circuito y convierten la retransmisión en un petardo. Quizá el diferido sea mucho mejor. Más cámaras pero con menor coste por no necesitar enlace, un buen montaje y unos buenos comentarios, nos tendrían delante de la tele un lunes por la noche, en lugar de un cognazo de triste retrasmisión en directo un domingo de primavera con la moto el garaje de casa susurrándote al oído, “pasa de ese rollo y vamos a hacer unas curvas”.
La afición. Se nos llena la boca con la frase de la mejor afición del mundo, pero solo vamos a motoGP. Me moría de la envidia y se me caía la cara de vergüenza cuando fui a apoyar a Goyo Lavilla en la última carrera del BSB en donde por desgracia no pudo volver a ganar el titulo británico con la ducati airwaves. Más de cincuenta mil espectadores llenaban Brands Hatch. El despliegue dentro del circuito era impresionante, tienda, bares, puestos de comida y atracciones para todos los públicos y todos los gustos. Eso que algunos gurús llaman ingresos atípicos y parece que acaban de descubrir, los británicos lo llevan haciendo años.
Y aquí aparece de nuevo la mano del organizador: ingresos atípicos, patrocinador principal involucrado en el mundo de las dos ruedas (aun recuerdo el anuncio del CEV de Bukler con un piloto de coche en vez de moto) son trabajo del organizador para conseguir un campeonato sano. Pero quizá desde las alturas de motoGP no se vea la realidad de un campeonato donde los movilhomes no sean brutales, las áreas vips auténticos palacios de horteras, y los espectadores masa inculta que no puede tomarse una cerveza no sea que se embrutezca, mientras los invitados de pro se trufan a martinis en el vip village.
Libertad a los circuitos para comercializar sus espacios, y gestión de los arrendadores de esos espacios por parte del organizador, y sobre todo y que no falte: QUE SE PUEDA VENDER CERVEZA. Por que narices en un espectáculo deportivo no se puede beber cerveza.
Aquí termino. Como es de esperar esto no lo leerá ni el tato, pero bueno ahí está mí muestra de buena voluntad… voy a abrirme un botellín… o dos.
Las pocas menciones que se hacen de el suelen denominarlo el mejor campeonato nacional pero dudo mucho que sea así. El BSB, el AM SBK y el All Japan son buen prueba de que lo que nos dicen no se aproxima ni por asomo a la realidad. Es una pena que en un país con buen clima, afición a la moto y gracias a dios, bastantes más circuitos que hace unos años, la relevancia de este campeonato sea recordar que algunos de los pilotos que están ahora en moto GP empezaron allí. Pero quizá esto sea un poco tergiversado, si bien es cierto que Pedrosa, Stoner o Lorenzo comenzaron su carera en el CEV, este no fue un campeonato, si no solo una formula promocional donde descubrir nuevos talentos, Hay cierta obsesión por considerar que el único campeonato de verdad es el mundial y se olvida que en deporte, todas las competiciones son importantes, y que el CEV tiene que se algo más que el laboratorio y el vivero del mundial de prototipos.
¿Quienes son los implicados en que nuestro campeonato nacional, esté casi en el olvido?
La federación: DORNA compró lo derechos del campeonato y la federación se desentendió del objetivo último que era fomentar la competición no solo entre los que empiezan si no en los que su nivel está un escalón por debajo del mundial pero aun van rápido y pueden dar espectáculo. Parece que tener 25 años y no pasar uno de los dos mundiales es una desgracia infausta y el piloto es un fracasado, pero nada más lejos de la realidad, hay espectáculo y mucho. La federación debería preocuparse más del deporte base, favoreciendo la construcción de circuitos que no fuesen obras faraónicas ni operaciones especuladoras encubiertas (ahora con la crisis, menos) y fomentar las competiciones territoriales y nacionales como se hace en otros países.
EL Organizador: DORNA con esa alergia a todo lo que huela a SBK, se inventa la categoría extreme, ignora la categoría de supersport, se centra en 125, su vivero de pilotos, y deja fuera a los pilotos con menos recursos que con motos de serie (stock sport) con ligeros retoques podrían competir en un campeonato que debería tener más prestigio. Si además de las categorías de producción metemos SBK y Supersport y un proveedor único de neumáticos para el campeonato, abaratamos los costes y si además se da libertad de pasar a otra marca al piloto que le sale alguna prueba del mundial, el interés del campeonato subiría bastante
El segundo gran error del organizador es el escaso calendario de carreras, seis al año, que no dan ni para pipas, y además en los circuitos donde hay más competiciones, con lo que el hambre de la afición no es tanta como en donde se esta acostumbrado a hacer cientos de kilómetros para ir a ver motos. Y que pasa con nuestros hermanos portugueses, por que no se apuntan con sus dos circuitos, el nuevo y flamante de portimao y el clásico y espectacular de Estoril.
Imaginaos diez carreras, en Portimao, Estoril, Huelva, Jerez, Cheste, castelloli, Cataluña, Alcarrás, Albacete, Cartagena o Almería, y con un calendario decente, no con parones de hasta dos meses entre carrera y carrera. Si a eso le unimos que las carreras sean el sábado en vez del domingo para evitar “molestas coincidencias” televisivas, la cosa tendría otro color,
Las marcas: Y aquí si que hace falta la colaboración del organizador, si programamos cuatro categorías (600 producción, 1000 producción, supersport y SBK, con dos carreras, y realmente convertimos el campeonato en un escaparate de súper deportivas, hay que convencer a los importadores que monten equipo oficial en todas las categorías. Creo que es otro de los problemas que afectan al campeonato, la falta de profesionalización. No hablo de sueldos millonarios, pero si de un trabajo remunerado para pilotos que les permitan no pensar nada más que en correr, 30.000€, 50.000€ euros anuales para los pilotos de SBK de fábrica no me parece un disparate, y hay españoles por ahí fuera, con un gran nivel, que si pudiesen volverían a España, si el campeonato tuviese la repercusión que les corresponde: Álvaro Molina, Lavilla, Fonsi, David Checa, Valcaneras, Mazuecos, Iván Silva buscándose la vida lejos de casa, o en proyectos un tanto “extraños”.
La televisión: Algunos cargan las culpas a que si un campeonato no se ve por la tele, no va a llegar lejos. Pero el problema no es ese exactamente. La tele está bien, da espacio a los patrocinadores, y atrae a la afición. Pero una buena retransmisión vale una pasta. Prueba de ello es lo de la televisión estatal. Obligada a retransmitir parte del CEV por el contrato con DORNA y motoGP, se limita a instalar cuatro cámaras que cubren todo el circuito y convierten la retransmisión en un petardo. Quizá el diferido sea mucho mejor. Más cámaras pero con menor coste por no necesitar enlace, un buen montaje y unos buenos comentarios, nos tendrían delante de la tele un lunes por la noche, en lugar de un cognazo de triste retrasmisión en directo un domingo de primavera con la moto el garaje de casa susurrándote al oído, “pasa de ese rollo y vamos a hacer unas curvas”.
La afición. Se nos llena la boca con la frase de la mejor afición del mundo, pero solo vamos a motoGP. Me moría de la envidia y se me caía la cara de vergüenza cuando fui a apoyar a Goyo Lavilla en la última carrera del BSB en donde por desgracia no pudo volver a ganar el titulo británico con la ducati airwaves. Más de cincuenta mil espectadores llenaban Brands Hatch. El despliegue dentro del circuito era impresionante, tienda, bares, puestos de comida y atracciones para todos los públicos y todos los gustos. Eso que algunos gurús llaman ingresos atípicos y parece que acaban de descubrir, los británicos lo llevan haciendo años.
Y aquí aparece de nuevo la mano del organizador: ingresos atípicos, patrocinador principal involucrado en el mundo de las dos ruedas (aun recuerdo el anuncio del CEV de Bukler con un piloto de coche en vez de moto) son trabajo del organizador para conseguir un campeonato sano. Pero quizá desde las alturas de motoGP no se vea la realidad de un campeonato donde los movilhomes no sean brutales, las áreas vips auténticos palacios de horteras, y los espectadores masa inculta que no puede tomarse una cerveza no sea que se embrutezca, mientras los invitados de pro se trufan a martinis en el vip village.
Libertad a los circuitos para comercializar sus espacios, y gestión de los arrendadores de esos espacios por parte del organizador, y sobre todo y que no falte: QUE SE PUEDA VENDER CERVEZA. Por que narices en un espectáculo deportivo no se puede beber cerveza.
Aquí termino. Como es de esperar esto no lo leerá ni el tato, pero bueno ahí está mí muestra de buena voluntad… voy a abrirme un botellín… o dos.
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