Antonio Grande, como el camarero que te sirve la cerveza. (que sorprendentemente se llama Carlos Gil).
Tras acabar con el barril de cerveza del hotel, y influidos por los aromas de la huerta, el Bujias abre una ventana y se queda con el marco en la mano, le da un brote de risa acompañado de lágrimas, y da la nota hasta limites insospechados. Los coros, a cargo del duo Topichin, tambien desentonaron lo suyo.
El Gran Antonio ni se imnuta, y sigue con su rutina, pese a los intentos desesparados del bujias de pedir una cerveza durante el ataque de risa, para aparentar normalidad frente al desaguisado. Grande Antonio, Grande.
1 comentario:
Asi contado parece que he caido en las redes del narcotrafico, simplemente compartimos unas sustancias controladas de cosecha autoctona, que ante la rotura del marco produjo un ataque de risa estupefaciente bastante digno, dada la situacion, el alcohol y las horas ... eso si el gran Antonio ni cambio el gesto, no quiero ni pensar en jugar al poker contra el, por que faroleando debe ser mejor que de camarero
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